NADA EXTERNO, PUEDE CORTAR MI FORTALEZA

🌿 El cabello que perdí y la fuerza que descubrí.

Para algunos, el cabello puede ser solo una cuestión de estética. Para mí, ha sido un reflejo de mi vida, un símbolo de sanación y de fuerza.

Durante años lo vi caer y sufrí con su pérdida. Cada hebra que volvía a crecer era como un hilo que me cosía de nuevo al alma: paciencia, resiliencia, empoderamiento. Verlo crecer no era solo vanidad, era ver cómo yo también me levantaba de mis propias cenizas.

Hace un tiempo atrás , un corte “accidental” terminó dejándome sin gran parte de mi cabello. Puede sonar superficial, pero para mí fue un golpe duro. Sentí que se borraban de golpe años de reconstrucción. Me miré al espejo y, por un instante, pensé que volvía a ser aquella mujer herida que había dejado atrás.

Pero pronto entendí algo más profundo: mi verdadera fuerza no está en mi cabello, está en mí. El cabello era un símbolo de todo lo que viví, pero la mujer que lo hizo crecer con amor, con paciencia y con fe, sigue aquí.

Hoy elijo resignificar lo sucedido. No lo veo como una pérdida, sino como un recordatorio de que nada externo puede arrebatarme lo que ya conquisté por dentro. El cabello volverá a crecer, pero lo que yo he crecido en fortaleza, dignidad y amor propio, se queda conmigo para siempre.

Fuente: Marissa Navarrete A

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


@marissacoachvida